Sobre el arte de bordar, Valentina aprendió siendo autodidacta. Explorando las distintas formas de cómo llevar una imagen a la aguja e hilo, se dio cuenta que esa era la técnica o manualidad que debía desarrollar ya que vio reflejada toda su forma de ser en esta transcripción visual: “Mi forma de bordar la defino como needlepainting que es pintar con hilo. Juego con el realismo y trato de ser súper detallista. Además, aunque no trate temáticas feministas siento que bordando logro conectarme con este arte ancestral practicado por muchas mujeres a lo largo de la historia. Contribuyo a que la manualidad no muera y siga manteniéndose en el tiempo”, menciona.

Los temas que borda Valentina son animales, específicamente perritos. Todo partió cuando falleció su perro y el de una amiga. Ambas estaban muy afectadas y como regalo, quiso contenerla bordándole una imagen de su mascota. Desde ese entonces comenzó a recibir encargos sobre temática: “Me incentiva hacerlo porque las mascotas son parte de nuestra familia y no hay nada más bacán que el cariño de tu perrito. Así que honrarlos con un bordado es lo menos que puedo hacer”.